Seguro de responsabilidad civil

La responsabilidad civil se define como la obligación de toda persona (física o jurídica) de pagar por los daños y perjuicios que cause en la persona o el patrimonio de otra. La Responsabilidad civil se basa en los artículos 1902, 1903 y sucesivos del código civil. El artículo 1902 establece “el que por acción u omisión cause daños a otro interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar los daños causados”.

Por ejemplo, si un conductor causa un accidente de tráfico y lesiona a otro conductor, puede ser considerado responsable civilmente y estar obligado a indemnizar al conductor lesionado por los daños sufridos. De manera similar, si un dueño de un edificio no mantiene adecuadamente su propiedad y como resultado alguien se lesiona, puede ser considerado responsable civilmente por los daños sufridos por la persona lesionada.

Es importante tener en cuenta que la responsabilidad civil se diferencia de la responsabilidad penal, que se refiere a la obligación de responder ante la ley por un delito cometido.

Su origen puede ser contractual o extracontractual:

• La responsabilidad civil contractual es una sanción convenida por las partes para el caso de que una de ellas incumpla sus obligaciones.
• El concepto de responsabilidad extracontractual es más amplio, ya que incluye las indemnizaciones derivadas de daños o lesiones que el perjudicado no tuviera el deber de soportar. Por ejemplo: la indemnización de un accidente de tráfico es de este tipo ya que, aunque no hay ningún contrato, el responsable debe indemnizar a la víctima por los daños y perjuicios que le ha causado. De la misma manera, un padre es responsable de los actos de sus hijos o el dueño de una empresa, es responsable de los actos derivados de la actividad cometidos por sus empleados.

Hay distintos tipos de responsabilidad civil, las más significativas son:

• Explotación: la derivada directamente de la actividad empresarial o titularidad privada de un objeto. Termina cuando se acaba el trabajo o entregamos el producto.
• Inmobiliaria: la responsabilidad derivada de edificios o terrenos.
• Locativa: la del inquilino frente al propietario del edificio siempre que los daños sean consecuencia directa de incendio, explosión o acción del agua.
• Subsidiaria: la que el asegurado asume, no directamente por su actividad, si no por los daños cometidos por un subcontratado.
• Contaminación: la responsabilidad de hechos accidentales que generen contaminación.
• Daños colindantes: daños causados a inmuebles colindantes o conducciones subterráneas provocadas por la actividad del asegurado.
• Trabajos en caliente: cubre los daños a terceros derivados de trabajos “en caliente”, como trabajos de esmerilado, cortes con radial, soldaduras, etc.
• Bienes de terceros: daños derivados de la custodia de bienes personales de los clientes.
• Daños a vehículos: daños a vehículos a motor que tenga el asegurado durante su custodia, reparación, limpieza y que estén dentro de las instalaciones del asegurado.
• Probadores: cubre los daños a vehículos durante las pruebas que hacen para su reparación.
• Patronal: en este caso se consideran terceros empleados, por tanto queda asegurada la responsabilidad civil exigida por daños personales que se hagan los empleados.
• Cruzada: se entiende como cruzada la que resulte de daños corporales sufridos por empleados contratistas o subcontratas.
• Bienes de empleados: daños derivados de la custodia de los bienes personales de los empleados.
• Productos: responsabilidad que deriva por el asegurado de los daños causados por los productos después de su entrega.
• Post-trabajos: responsabilidad del asegurado por los daños causados como consecuencia de los trabajos entregados o servicios realizados.
• Unión y mezcla: la que deriva de los daños causados debido a una mala mezcla de producto
• Sustitución: mediante esta garantía se cubren los gastos ocasionados a terceros por la sustitución de productos del asegurado cuando se incorporan o instalan en otros bienes.
• Retirada: cubre los gastos ocasionados por la retirada de un producto del mercado debido a un mal estado o porque la autoridad así lo obliga.
• Familiar: es la que cubre los daños producidos a un tercero por parte de un miembro de la familia.

La póliza de seguro de responsabilidad civil es un tipo de seguro que protege a un individuo o empresa de los costos y gastos asociados con una demanda por daños o lesiones causadas a terceros. Este tipo de seguro puede cubrir una amplia gama de situaciones, como lesiones corporales, daños a la propiedad y daños a la reputación. La cobertura varía según la póliza, pero en general proporciona protección contra reclamaciones legales y los costos asociados con la defensa y el pago de cualquier indemnización.

Puede necesitar un seguro de responsabilidad civil si desempeña una profesión o actividad que conlleve un riesgo de causar daños a terceros, ya sea físicos o económicos. Por ejemplo, si es propietario de un negocio, contrata trabajadores, es un profesional independiente, posee un animal doméstico, entre otros, es posible que pueda ser considerado responsable de daños causados a terceros.

El seguro de responsabilidad civil le brinda protección contra reclamaciones y demandas legales que puedan surgir en estas situaciones, y también le proporciona cobertura para los gastos legales y las indemnizaciones que puedan ser requeridas. Esto le permite proteger su patrimonio y sus ingresos en caso de una demanda y le ayuda a mantener su negocio o profesión sin interrupciones.

De esta manera, a continuación, te presentamos las ventajas de disponer de un seguro de responsabilidad civil:

• Protección financiera: El seguro de responsabilidad civil puede proteger su patrimonio y sus ingresos en caso de una demanda por daños o lesiones causados a terceros.
• Cobertura legal: La póliza puede cubrir los gastos legales y las indemnizaciones requeridas en caso de una demanda.
• Tranquilidad: Con un seguro de responsabilidad civil, puede estar tranquilo sabiendo que tiene protección contra posibles demandas.
• Mejora de la imagen de la empresa: Tener un seguro de responsabilidad civil puede mejorar la imagen de su empresa ante sus clientes y proveedores, ya que demuestra que está preparado para afrontar situaciones imprevistas.
• Obligación legal: En algunos casos, puede ser requerido por ley tener un seguro de responsabilidad civil, especialmente si se desempeña una profesión o actividad con un alto riesgo de causar daños a terceros.

En resumen, tener un seguro de responsabilidad civil puede ayudarle a proteger su patrimonio y sus ingresos, así como a mantener su negocio o profesión sin interrupciones en caso de una demanda por daños o lesiones causados a terceros.

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